sábado, 14 de abril de 2012

Proyecto de Abril: El Titanic. Adictos a las escrituras

El tema de este mes fue el titanic, con el fin de rememorar lo sucedido el 15 de Abril de 1912



Memorias de un maldito bastardo.

¿Quién soy? Nadie. Ni siquiera se puede decir que soy solo una persona más que remonto en este barco. Soy mucho menos que eso. Una sombra, tal vez. O un fantasma quizás. Igual eso no importa. Mi vida no es algo que pasara a la historia. Yo soy simplemente un peón más, de un maquiavélico juego de ajedrez, que se vendió por unas cuantas monedas para asegurar un futuro a su familia.

Soy un ser miserable y egoísta. Algo amorfo que escupió la vida luego de utilizarlo como trapeador. Pero cada hombre vino a este mundo a cumplir una misión. Tal vez mi misión no sea la más perfecta, ni la más correcta. Pero es lo que me tocó hacer.

Este escrito es mi confesión. Esto es pedido especial de mi titiritero, que no se cansa de jugar a ser Dios. Esto, según él, es una prueba de su poder, para que nadie en un futuro se atreva a alzarse contra él <estúpida política>. Dios ampare a todos los inocentes y puedan ser capaces de salvarse. Y a mí, bueno ya sé que hasta el infierno me iré a arrastrar.


Empieza la cuenta regresiva:

El famoso transatlántico RMS Titanic (Royal Mail Steamship Titanic) estaba condenado a fracasar desde mucho antes de salir del puerto. Desde su creación ya estaba predeterminado que acabaría bajo el mar. ¿Cómo una casa puede ser firme, si es creada sobre una base de arena? ¿Acaso una tormenta no puede hacerla volar por los aires? Pues eso sucederá con este barco, al que todos aclaman hoy día y al cual todos mueren por subir; lo que no saben, es que es muy probable que acaben muertos.

Fase I:

Fue un trabajo duro llevar a cabo todo este montaje. No fue fácil conseguir aliados, sobretodo porque era un proyecto a gran escala en el cual tenían un equipo muy comprometido con la causa (el resplandor de la fama ya tenia a unos cuantos engatusados); sin embargo, el dinero mueve montañas de sueños y siempre hay quien lo necesite más que otros (mi caso). En fin, nombres: no los daré; lo que si puedo decir es que los cálculos realizados para armar esta nave no eran los adecuados, digamos que fueron alterados ligeramente.

Fase II:

Consistió en sonrisas y zalamerías: aquí nuestro “dios” se mostro radiante –el muy hijo de perra– es fantástico actor y todo el mundo se tragó su farsa (total, el aire los días próximos a la partida estaban llenos de expectativas y exaltación, sin mencionar que el día de inaugural parecía un día de celebración nacional).

Fase III:

Esta fase consistía en introducirme de manera anónima dentro del barco: pensé mucho en como hacerlo; no podía ser un pasajero más de ningún tipo y mucho menos polizón, porque necesitaba acceso a lugares de diversas índoles para poder ejecutar la fase final del plan. Así que ingrese como ayudante de cocina, ¿qué mejor posición que esa? Tras este disfraz he logrado entrar a una cantidad de lugares a los que requiero tener acceso. Porque ¿quién negaría que lo único que hago es facilitarle la vida a los empleados, llevándoles su comida? También logre confirmar que resultas ser un total fantasma. Nadie parece enterarse que existe ninguno de estos tipos, que como yo, trabajamos en la cocina. El mérito al sabor y calidad de la comida: obviamente se las lleva el chef. Nadie nos ve; pasamos gran parte del día trabajando y el chef solo conoce a unos pocos. Entre nosotros mismos, como “compañeros” pasa igual. Las pocas personas que han logrado verme fuera de “mi trabajo” mi nombre y mi rostro ya se les habrán olvidado.

Después de la última parada establecida, los planes se fueron al caño, o bueno parte de ellos, según las últimas órdenes recibidas teníamos que adelantar los sucesos.

Fase final:

<<Hundir el barco>> Literalmente. ¿Cómo puedo hundir un buque de esta magnitud y con dos mil doscientas veintisiete personas adentro? Pues, ésta es mi misión. Por esto me pagaron. No creas tampoco que yo saldré de aquí vivo. Yo soy un simple mensajero, el cual debe pagar las consecuencias. Comente que se le pago a una(s) persona(s) para que erraran accidentalmente en los cálculos realizados; bueno adicionalmente también hubo que mover gente que desmejorara la calidad y la forma de trabajo, muy sutilmente pero en puntos específicos para lograr derrotar éste gigante. Por mi parte tengo un mapa completo e instrucciones precisas las cuales seguir.
Yo imagine que el final sería algo un poco más rápido. Llevo poco más de dos horas y todo es caos, resignación y agua a mí alrededor. ¿Quién se imaginaría que el buque más lujoso de los tiempos, con capacidad para llevar dos mil doscientas veintisiete personas, sólo se compromete a salvar a mil ciento setenta y ocho personas en caso de naufragio o cualquier otro accidente? Estúpidos confiados y tacaños. 

Esto realmente no entraba en mis planes. Es cierto, sabia que no seria el único en morir, aún así no contaba con que fueran más de la mitad de la tripulación.

La misión esta finalizada. Al puto barco no se cuanto le queda, pero es imposible ya que se salve. Por mi parte: desearía ser dueño del tiempo para volver atrás y no haber cumplido con mi denominada fase final.