Mi frase: <<Nunca podriamos haber imaginado que de un hecho tan insignificante podrían desatarse tantas catástrofes>>.
PD: Todos siempre quieren hacer grandes acciones. El valor de la vida se resume a pequeños detalles. Esos insignificantes que decidistes pasar por alto.
Acciones insignificantes.
— ¡Catástrofe!...—
gritan desde el televisor, otra vez, dos dibujos animados de un programa
infantil que están pasando por discovery kids; canal que permanece incambiable
de lunes a viernes en horario de once y media a una. Mientras preparo la comida del bebé, mi cuerpo
trabaja mecánicamente, sin embargo, mi mente divaga lejos de la realidad, a mi
pasado, y vuelve a remontar el presente cada dos minutos pendiente de la comida
y el bebe.
Aún suenan en mi cabeza
esas promesas vanas, promesas que hoy las barre el viento. El dolor, la rabia,
la tristeza y la melancolía colisionan unas con otras creando un caos interior.
Atrapada en un mundo al cual no pertenezco y en el cual día tras día dejo de
existir un poco más. La utilidad de mi vida es cuidar del bebé, hasta que este
crezca y sea entregado a sus padres que lo esperan ansioso, pero que no tienen
tiempo para darle una caricia, solo dinero. En fin, el niño me da lastima, pero
no siento un apego total por él, al final de los días será uno de ellos y nada
cambiara eso.
¿Seguir o no seguir? ¿Cual
es la diferencia? El fin de mis días. A veces no se porque vivo, será por inercia,
por costumbre del cuerpo a respirar, a seguir andando.
Todavía en mis sueños aparece su rostro, puedo escuchar las voces de todos los demás
gritando, llorando, hablando, murmurando. Creo que si mi vida se basará en un libro de ficción
todo sería maravilloso, seríamos personajes como fantasmas o extraterrestres;
con un fin por el cual permanecer de pie: quizás invadir la tierra o acosar a
los vivos hasta la muerte.
Pero somos simples
humanos vagando por el mundo, unos cuantos con su vida planeada y llena de
sueños, otros con resignación a su vida y lo que les toco; mientras otros
luchan y no se dejan vencer por aquellos que les dicen: no se puede. También están
los que tienen la vida resuelta desde que nacen, como el bebé al que cuido; y
existen también los muertos en vida. En particular, creo que voy entrando a
esta última categoría.
— ¡Catástrofe!...— volvían
a decir los malditos muñequitos. Esa palabra me hace revolver el estomago a
diario. ¿Que van a saber ellos lo que es una catástrofe? ¿Qué el globo con el
que juegas se escape con el viento? Si, de verdad eso es una catástrofe… ¡Maldición!
Catástrofe es tu llegar a tu casa y encontrar a tu marido retozando con tu
vecina de veinte años, haciéndote sentir a ti como una vaca estúpida, vieja y preñada. Catástrofe
es haber entrado en una crisis a raíz de dicha escena, perder el bebe que tenias
en el vientre y no poder quedar embarazada nunca mas; de paso quedarte sola porque en
ese instante a tu mejor amiga le da por mudarse a la India.
<<¡Rayos! Deja ya
de pensar en eso>> tantos años de terapias por lo menos me han ayudado a
bloquear ciertas líneas de pensamientos. Pero ciertamente hay días, como los de
hoy en que todo es más difícil. Sobretodo cuando abres tu cuenta del facebook y
encuentras que tienes un mensaje privado, el cual te deja fría al darte cuenta que
quienes lo escriben son tu “ex” y la “ex-vecina de veinte años por la que te dejo” diciéndote:
<<Hola
Alicia, espero te encuentres muy bien, la presente es para pedirte disculpa por
nuestro comportamiento, la verdad es que nos enamoramos como locos. Pero nunca
fue nuestra intención hacerte daño a ti o al bebe. Nosotros nunca había llegado
tan lejos, nos gustábamos y lo sabíamos, pero nunca nos habíamos atrevido a
tocarnos por respeto a ti y temor a lo que eso nos podría llevar, como lo
comprobamos ese día.
Nunca
podríamos haber imaginado que de un hecho tan insignificante (como lo fue el
roce de nuestras manos, nos llevo a un torrido beso y de allí a lo demás) podrían desatarse tantas
catástrofes.
PD:
Esperamos de corazón que seas feliz y algún día puedas perdonarnos. Por cierto,
estamos embarazados, queríamos que te enteraras por nosotros antes que por
cualquier otra persona>>.
¡Ah! No se que querían
con eso: si restregarme su felicidad o hacerme recordar ese día que llevo años
tratando de bloquear. ¡Ojala los pise un carro y después un tren! ¡¡Que caras
duras tan grandes, es que hasta tuvieron el descaro de darme detalles!! ¡Ojala que
ella engorde unos ciento cincuenta kilos y parezca de verdad una vaca y de paso asfixie al
infeliz mientras duermen!
—¡Vamos Axel, ya es
hora de comer, tu pastina esta lista!
—¡Mi preferida, gracias
mami!—responde el bebé con su gran sonrisa. Este niño realmente puede
enamorarte; de todo mi día, no, mejor dicho de toda mi vida es lo único bueno
que me queda, por lo menos hasta unos doce años que es cuando empiezan con sus rebeldías.